La Edad Media, Medievo, Medioevo u obscurantismo es el
periodo histórico de la civilización occidental comprendido entre el siglo V y
XV d.C. Su comienzo se sitúa en el año 476 con la caída del imperio romano de
Occidente y su fin con la caída del Imperio Bizantino y la Conquista de
América.
La Edad Media, fue el periodo más largo de la historia el
cual se extendió desde las invasiones bárbaras hasta la caída de Constantinopla, es decir, desde los siglos
IV o V hasta el siglo XV aproximadamente.
Fue durante el Renacimiento cuando se desarrollaron el
concepto y el término Edad Media. Se entendía por éste, un tiempo obscuro, de
retroceso en muchos ámbitos.
Los renacentistas se creían los herederos de
la antigüedad clásica, griega y latina, y si ellos eran los herederos, los que habían rescatado a los clásicos, esos diez siglos
intermedios que los separaban, en realidad dividían dos épocas esplendorosas:
la clásica y la renacentista.
Después vinieron los historiadores de la ilustración,
que creían ver en la Edad Media un fanatismo religioso, de atraso e
intolerancia de lo que responsabilizaban a la iglesia.
Más tarde, la corriente Marxista contribuyó
a comprender mejor la estructura económica medieval, redujeron el estudio de la
Edad Media a modo de producción feudal. Dejando de lado los demás aspectos de
la vida medieval.
Lo que hoy día nosotros tenemos que tener claro, es
que, la Edad Media se refiere geográfica, cultural y temporalmente al Viejo
Continente y, en particular, a Europa Occidental, Oriental y la Península Arábiga.
Actualmente los historiadores prefieren matizar esta
ruptura entre Antigüedad y Edad Media, como una gran etapa de transición en
todos los ámbitos: en lo económico para la sustitución del modo de producción
esclavista por el de producción feudal; en lo social, para la desaparición del
concepto de ciudadanía romana y la definición de los estamentos medievales, en
lo político para la descomposición de las estructuras centralizadas del Imperio romano que dio paso a una dispersión
del poder; y en lo ideológico y cultural para la absorción y sustitución de la
cultura clásica por la teocéntrica cristiana o islámica cada una en su propio espacio.
El imperio fue absorbido por los godos (visigodos y
ostrogodos), francos, burgundios, vándalos, anglo sajones y suevos. Se formaron nuevos territorios que se conocen como reinos bárbaros o germánicos, el latín se
fusionó con la lengua romana y surgieron las lenguas romances. Este
periodo de formación abarca del
siglo V al VIII, durante el cual se dio
un proceso de asimilación e integración entre bárbaros y romanos.
Los reinos no llegaron a formar estados fuertes,
algunos tuvieron una vida corta y otros fueron conquistados por el emperador de
la parte oriental del Imperio.
Los reinos bárbaros eran militares, sus reyes eran la máxima autoridad militar y
administrativa. A excepción de los francos, en los otros reinos la asamblea que
gobernaba junto con el rey, desapareció. La organización fiscal y el sistema
monetario siguieron siendo romanos en los reinos del centro de Europa.
El ejército perdió toda su organización imperial y
mantuvo su carácter germano.
Con el deterioro y el derrumbe de Roma desapareció un
estado central, una organización
política, un sistema de administración con justicia y
derecho. La única institución que se
mantuvo en pie fue la iglesia que resguardó un
importante legado sobre el mundo que desaparecía.
Ésta fue, por ello, el centro de gravedad de la
sociedad y el mundo medieval. Así, los reducidos ambientes intelectuales, la
cultura popular, las grandes catedrales,
los libros, la
familia o los nuevos imperios, todo tenía que ver con
la fe cristiana, motivo por el cual
casi todo pasaba por el control
de la iglesia. Sin embargo, esto no quiere decir que Europa fuese cristiana en
su totalidad; convivían en ella cristianos, no cristianos y herejes.
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RECAREDO Y LA CONVERSIÓN DE LOS VISIGODOS EN ESPAÑA |
Era la iglesia católica la encargada de de la
enseñanza, a través de sus escuelas catedralicias y monásticas, creció y se
consolidó, de forma paulatina,
gracias a dos elementos fundamentales. El papado y el monacato.
En el siglo V, el emperador Valentiniano estableció un
edicto que en el mundo cristiano occidental, la sede romana, presidida por el
Papa, era la más importante por ser heredada del apóstol San Pedro. Dicha
autoridad por su origen divino estaba
por encima de cualquier monarca. Debido
a las concesiones del Imperio, la iglesia ganó poder, mientras que este se iba desvaneciendo; irónicamente la iglesia cobraba fuerza y
se colocaba por encima de las autoridades civiles acrecentando su poder
político. Esto no quiere decir que el poder espiritual se impuso sobre el
terrenal sin mayor problema aún cuando el emperador era cristiano y reconocía plenamente el poder de la
iglesia. Lo cierto es los dos poderes lograron coexistieron respetando sus esferas de acción.
Tomando como modelo la organización administrativa
romana, la Iglesia se dividió en provincias
y diócesis. Los Papas, considerados sucesores del apóstol San Pedro, y
cabeza de la iglesia, fijaron su
residencia en Roma.
La autoridad religiosa contaba para asegurar su
autoridad, con dos instrumentos: la Excomunión, por medio de la cual podía
excluir de su seno a quienes no la obedecieran, y la Inquisición cuyos
tribunales, realizaban juicios a los
sospechosos de herejías que eran condenados a penas atroces, como la muerte en
la hoguera. Castigos que se aplicaron hasta su abolición, en los comienzos del
siglo XIX.
El clero se dividía en secular y regular. El primero,
formado en su mayoría por la aristocracia romana, dependía de un obispo.
Inserta en un sistema feudal, la misma Iglesia recibía
feudos de nobles o del emperador, a los que
debía rendir juramento de fidelidad, y permitírseles el nombramiento de obispos
y párrocos.
El segundo estaba formado por monjes, que vivían de
acuerdo al monacato, una vida espiritual que los recluía en los monasterios, alejados
de la vida mundana, bajo estrictas normas.
La
conformación de la
iglesia era, un obispo,
arzobispo y un sacerdote o párroco donde la máxima
autoridad es el Papa. Organización que hasta el presente sigue siendo la misma, adaptada
a una nueva sociedad, con menos poder pero igual de manipuladora.
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DETERMINACIÓN Y CELEBRACIÓN DE LOS SACRAMENTOS |
Puesto que la desaparición del Imperio Occidental y las
constantes invasiones germánicas causaron un importante retroceso cultural y científico en Europa, la
labor de conservación, traducción y enseñanza de las órdenes
regulares y en
general de la iglesia, fue de vital
importancia para el desarrollo de una nueva cultura.
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